La fiesta de San Juan 2008 a pesar de haber coincidido en día laboral, al igual que en años anteriores comenzó el día 23.
Con la colaboración de algunos vecinos comienzan los preparativos, las mujeres se afanan en recoger flores, limpiar la iglesia, adornar la misma y acicalar a nuestro patrón San Juan Bautista. Los hombres seleccionan los arboles donde cortarán los ramos, para una vez cortados proceder a enramar todas las casas del pueblo, seguidamente los más entusiastas voltean las campanas de la iglesia en señal de jubilo y fiesta, continuando así la tradición.
Por la noche al filo de las 24 h. se procede al encendido de la tradicional hoguera de la noche de San Juan, en la que con los enseres viejos, hierba cortada en los días anteriores y palos, a los que cada uno de nosotros unimos nuestros peores recuerdos y deseos del pasado, para regenerar o al menos procurar nuestros comportamientos individuales y colectivos a la luz del nuevo día y equinoccio que comienza.
El día grande 24 festividad de nuestro patrón, todo el mundo se afana en acicalarse, llegan los dulzaineros que con alegres pasacalles anuncian el comienzo de la fiesta.
Todo el mundo acude a la iglesia, hacemos una oración y sacamos en procesión por las calles del pueblo a nuestro venerado San Juan Bautista, para que pueda verificar los cambios y variaciones habidas durante el año.
Terminada la procesión entramos con nuestro Santo en la iglesia y celebramos la eucaristía en su honor al que hacemos individualmente nuestras peticiones y ruegos de mejora para el futuro. Al finalizar la misma compartimos saludos y nos preguntamos como hemos pasado el año en el recinto de la Iglesia.
Seguidamente al son de los dulzaineros bajamos a la plaza del pueblo, donde compartimos un aperitivo con el que al igual que en años anteriores, la Junta Vecinal nos agasaja, durante el mismo al ritmo de la dulzaina y del tambor los más bailarines bailan los clásicos pasodobles y jotas, con el que sin duda los más jóvenes aprenden y continúan la tradición, procediéndose a la renovación generacional al mas puro estilo.
Con la colaboración de algunos vecinos comienzan los preparativos, las mujeres se afanan en recoger flores, limpiar la iglesia, adornar la misma y acicalar a nuestro patrón San Juan Bautista. Los hombres seleccionan los arboles donde cortarán los ramos, para una vez cortados proceder a enramar todas las casas del pueblo, seguidamente los más entusiastas voltean las campanas de la iglesia en señal de jubilo y fiesta, continuando así la tradición.
Por la noche al filo de las 24 h. se procede al encendido de la tradicional hoguera de la noche de San Juan, en la que con los enseres viejos, hierba cortada en los días anteriores y palos, a los que cada uno de nosotros unimos nuestros peores recuerdos y deseos del pasado, para regenerar o al menos procurar nuestros comportamientos individuales y colectivos a la luz del nuevo día y equinoccio que comienza.
El día grande 24 festividad de nuestro patrón, todo el mundo se afana en acicalarse, llegan los dulzaineros que con alegres pasacalles anuncian el comienzo de la fiesta.
Todo el mundo acude a la iglesia, hacemos una oración y sacamos en procesión por las calles del pueblo a nuestro venerado San Juan Bautista, para que pueda verificar los cambios y variaciones habidas durante el año.
Terminada la procesión entramos con nuestro Santo en la iglesia y celebramos la eucaristía en su honor al que hacemos individualmente nuestras peticiones y ruegos de mejora para el futuro. Al finalizar la misma compartimos saludos y nos preguntamos como hemos pasado el año en el recinto de la Iglesia.
Seguidamente al son de los dulzaineros bajamos a la plaza del pueblo, donde compartimos un aperitivo con el que al igual que en años anteriores, la Junta Vecinal nos agasaja, durante el mismo al ritmo de la dulzaina y del tambor los más bailarines bailan los clásicos pasodobles y jotas, con el que sin duda los más jóvenes aprenden y continúan la tradición, procediéndose a la renovación generacional al mas puro estilo.